Los “aceleradores de la privacidad” (Priv/Acc), apuntan al capitalismo de vigilancia, la extralimitación gubernamental y la cultura de la extracción de datos como las brutales amenazas que corroen nuestra capacidad de vivir libremente. Los ciudadanos defienden la elección de qué revelar, a quién y cuándo.
El Manifiesto de Priv/Acc
El futuro de la privacidad ya no es algo que se pueda retrasar, debatir o diseccionar. Para eso es Priv/Acc.
La privacidad no constituye un valor reconocido por la mayoría de los ciudadanos del mundo, porque no es tema de conversación ni debate masivo en las redes sociales o en conversaciones personales. Simplemente se relega a un sector alternativo, marginal, de personas que están atentas, reconociendo riesgos y amenazas frente a los abusos invisibles que tanto gobiernos como empresas están cometiendo todos los días.
A continuación, conoceremos una iniciativa que llama a la acción para enfrentar un gran problema que afecta a la sociedad moderna.
En el sitio del Ludlow Institute, su Presidenta y fundadora, Naomi Brockwell, expresa la esencia de su visión respecto a la privacidad:
Privacy is essential for freedom (La privacidad es esencial para la libertad)
Imagina vivir en un mundo donde cada conversación, cada acción, cada pensamiento está bajo la atenta mirada de otra persona. Este no es un futuro distópico; es la realidad de miles de millones de personas hoy. En el Instituto Ludlow, luchamos por la libertad en este panorama.
El Instituto Ludlow no es el típico instituto de investigación tecnológica y medios de comunicación. La tecnología puede ser nuestro objetivo, pero nuestra misión va mucho más allá de los últimos dispositivos y artilugios. No evaluamos la velocidad ni las características del último hardware informático; en cambio, utilizamos la tecnología para defender y preservar los derechos humanos más fundamentales.
Nuestro instituto es un faro de libertad en un mundo cada vez más vigilado. La gente a menudo pasa por alto lo mucho que ha cambiado el mundo en la última década debido a la tecnología, específicamente, a Internet. Este campo de batalla del futuro es donde actualmente estamos perdiendo nuestras libertades más preciadas.
El Instituto Ludlow adopta un enfoque práctico en la lucha por proteger a las personas en la era digital. Estamos en primera línea, equipando a nuestra comunidad con las herramientas que necesitan para recuperar su libertad. Desde enseñar a las personas a eludir la censura en Internet, apoyar la privacidad en las comunicaciones durante los conflictos hasta promover el uso de plataformas y monedas descentralizadas, estamos marcando la diferencia con una herramienta y una persona a la vez.
Queremos asegurarnos de que las personas no tengan que esperar hasta que sus libertades estén en peligro para aprender a protegerlas. Pueden recuperar su libertad ahora, y la misión del Instituto Ludlow es mostrarles cómo hacerlo.
El Instituto Ludlow está en la primera línea de la libertad práctica. Estamos generando un impacto real y positivo en la vida de las personas y queremos hacer todo lo posible para seguir empoderando a las personas en todo el mundo.
Presidenta Fundadora del Ludlow Institute.
La privacidad tiene un valor tan grande que no es posible medirlo en moneda alguna. El valor de la privacidad merece la atención total de cada persona que aprecie su existencia, porque se trata de su vida en movimiento. El manifiesto de Priv/Acc expresa la necesidad de cuidar la privacidad por parte de cada uno y para todos.
The Priv/Acc Manifesto
Una nueva fuerza está surgiendo en la era digital, una fuerza que reclama lo que ha sido robado silenciosamente: la privacidad.
Somos los aceleracionistas de la privacidad, impulsados por una simple convicción de que la privacidad no es opcional, sino esencial para la libertad personal. El capitalismo de vigilancia, la extralimitación gubernamental y la cultura de la extracción de datos corroen nuestra capacidad de vivir libremente, pensar de manera independiente e interactuar con confianza.
El futuro de la privacidad ya no es algo que se pueda retrasar, debatir o diseccionar. Debe acelerarse, ahora. El ritmo de la intrusión es implacable; nuestra respuesta debe ser aún más rápida. Las herramientas para proteger la privacidad (encriptación, redes descentralizadas y tecnologías que mejoran la privacidad) ya existen. Pero solo una acción decisiva puede garantizar que estas herramientas lleguen a manos de miles de millones de personas.
No somos radicales por desear la privacidad, sino porque entendemos que la privacidad es poder: liberación en un mundo que busca controlarnos. La privacidad es rebelión. En una sociedad en la que los pensamientos, los deseos y los comportamientos se mercantilizan para lograr el control, la privacidad se convierte en el medio por el que recuperamos nuestras vidas e identidades.
Los sistemas de vigilancia (corporativos, gubernamentales y sociales) están entrelazados y se retroalimentan entre sí en un ciclo simbiótico. Pero, como demuestra la historia, incluso los sistemas más arraigados son vulnerables a la revolución. La criptografía es esa revolución. Las transacciones anónimas, las comunicaciones cifradas, los datos descentralizados: no son sólo herramientas teóricas, sino los cimientos de una nueva era.
Los gobiernos y las corporaciones intentarán detenernos, justificando la recopilación interminable de datos con afirmaciones de “eficiencia” o “seguridad”. Argumentarán que la privacidad es innecesaria en un mundo donde la transparencia es una virtud. Dirán: “Si no tienes nada que ocultar, no tienes nada que temer”.
Rechazamos estas premisas por completo. La privacidad no tiene que ver con ocultar, tiene que ver con la elección. La elección de qué revelar, a quién y cuándo. Sin privacidad, no hay autonomía; sin autonomía, no hay libertad. La aceleración de la tecnología de la privacidad es nuestro único camino a seguir.
No nos oponemos a la tecnología, la defendemos. Nuestra lucha es contra el secuestro de la tecnología para despojarnos de la privacidad y la autonomía. Afirmamos nuestro derecho a navegar por el mundo digital sin la mirada opresiva de la vigilancia. Al adoptar la tecnología como una herramienta de empoderamiento, podemos devolver el control sobre la información personal a quien le corresponde: al individuo. Este es nuestro imperativo moral, nuestra postura en favor de un futuro en el que la libertad y la tecnología coexistan.
Los sistemas de control prosperan gracias a la complacencia y la apatía. Estamos aquí para romper ese ciclo. Aceleraremos la adopción de tecnologías que mejoren la privacidad, no como una reforma lenta, sino como una revolución. El código es nuestra arma y el conocimiento nuestro escudo. No construimos para los gobiernos o las corporaciones, sino para las personas.
La privacidad es la piedra angular de una sociedad abierta en la era digital. Para construir esa sociedad, trabajaremos con criptógrafos, desarrolladores, activistas y usuarios cotidianos. Crearemos redes que resistan la censura, herramientas que aseguren el anonimato y comunidades que defiendan la privacidad a toda costa.
No esperaremos a que nos den permiso. No nos disculparemos por defender nuestro derecho a existir sin ser observados. No somos productos. No somos puntos de datos. Somos individuos libres.
Únase a nosotros o manténgase al margen. La privacidad no esperará.
Adelante.
Reflexiones Finales sobre la Priv/Acc
La privacidad es un tesoro. Como tal, es preciso protegerla de toda amenaza del ambiente circundante. Por ejemplo, cuando estamos en nuestro hogar, por supuesto que no nos gusta ser espiados algún vecino o advenedizo circunstancial. Pero el ambiente Privado no solo es físico. También, cuando navegamos por internet, participamos en redes sociales, conversamos con amigos en las apps de mensajerías en nuestros dispositivos móviles, realizamos operaciones de compraventa o transferimos dinero entre nuestras billeteras digitales, simplemente no nos parece grato que alguien nos esté vigilando, sea el aparato estatal o una corporación financiera multinacional.
Resulta que en el ambiente digital, nuestra información relacionada con todo lo que hacemos es oro para ciertos Estados nacionales y empresas que, en paralelo, roban la información privada para capturar el comportamiento de la población y manipularlo para satisfacer oscuros intereses.
Por supuesto que a los estados supervigilantes y a las compañías con capacidad financiera, no les interesa saber de restringir o evitar las malas prácticas de marcación o persecución de ciudadanos (consumidores). Por lo tanto, ambos sectores (público y privado), evitan debatir sobre el tema.
Conociendo muy bien los alcances de esta lamentable circunstancia mundial, la iniciativa de Priv/Acc aparece en un momento oportuno de la historia moderna, como inpulsador de una corriente masiva de ciudadanos preocupados y ocupados para defender la privacidad de los ciudadanos, porque no se está debatiendo por parte de los mismos ciudadanos de a pie. Cabe, entonces, a las mismas personas encargarse de cuidar y enseñar sobre la importancia de proteger la privacidad.
Como indica el Manifiesto de Priv/Acc, considerando que “la privacidad es la piedra angular de una sociedad abierta en la era digital”. Más aún , considerando que los nuevos desarrollos nos están conduciendo hacia la web3. En efecto, diversos organismos supranacionales y corporaciones privadas están empujando a las naciones hacia la digitalización total de las sociedades. Esto implica que las amenazas para los ciudadanos se irán amplificando en el transcurso del tiempo. Pensemos solo en la creación y comercio de los tokens RWA o, más dramático todavía, la información biológica o neurológica que se puede capturar de cada individuo. Es muy delicado de proteger.
Los “aceleradores de la privacidad” (Priv/Acc), apuntan al capitalismo de vigilancia, la extralimitación gubernamental y la cultura de la extracción de datos como las brutales amenazas que corroen nuestra capacidad de vivir libremente. Ya no es posible esperar por una autorización o permiso. Es tiempo de actuar de forma proactiva en defensa propia. No es preciso ofrecer disculpas por defender el derecho a existir sin ser observados. Los seres humanos no somos productos.
Los ciudadanos defienden la elección de qué revelar, a quién y cuándo. Sin privacidad, no hay autonomía; sin autonomía, no hay libertad. La aceleración de la tecnología de privacidad es el único camino a seguir. Por eso existe Priv/Acc.
Lamentablemente para los poderes oscuros de este planeta: Somos individuos libres, les guste o no. Pero es labor de cada persona defender su privacidad, tanto como aprecie su vida misma.
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Rod "Citizen"
Rod es Director de Todos NFT. Autor del ebook "NFT para Todos". Editor de Código Cyphex. Editor de X-M Magazine. Administrador en comercio exterior, vinculado por años en el estudio y divulgación de contenidos sobre criptoeconomía, tecnologías de la información y la conectividad.