Ha sido un largo camino en el tiempo, pero lleno de descubrimientos y enlaces con proyectos y personas de mucho valor para la comunidad de activos digitales y NFT. Incluso, más allá de los negocios, ha sido una aventura fantástica, con la misión de llevar todo ese conocimiento hacia aquellos que no están todavía conscientes de la existencia de este mundo digital, operando ya con tantas herramientas para diversas acciones, desde una foto de perfil de red social, hasta la adquisición de un valioso activo financiero con el objetivo de obtener rendimientos en el largo plazo, como un bien raíz, por ejemplo.
Los NFT´s[2] han llegado para quedarse, con la firme intención de convertirse en la tecnología estándar que facilite los intercambios comerciales. Esta afirmación no es gratuita, desde el momento en que organismos como el WEF o la corporación BlackRock, han expresado su intención de impulsar el desarrollo y la inversión en este mercado emergente de la Web3.
Si, todo cambia. Y cambia, muchas veces, demasiado rápido. Si bien, los avances tecnológicos suelen ser positivos, al mismo tiempo pueden volverse una amenaza hacia las personas, cuando movidas por el entusiasmo se incorporan a espacios virtuales para los cuales no están debidamente capacitadas, lo que normalmente lleva a un desastre financiero del individuo, sea porque no tiene el conocimiento del funcionamiento del mercado o porque se ve atrapado por trucos de hábiles estafadores, que montan todo un maravilloso espacio digital que deslumbra a primera vista y seduce a las potenciales víctimas. O simplemente, a pesar de tratarse de personas con experiencia en el uso de las herramientas de Web3; lamentablemente sufren accidentes provocados por estafadores.
La masificación del NFT es muy baja aún, pero va rumbo a ser el paradigma comercial dominante. Mientras las universidades, en general, las escuelas, las empresas, los servicios estatales no den cuenta de esta situación, cada día que transcurre implica una sumatoria de riesgos adicionales para los usuarios de internet, los cuales van descubriendo estas tecnologías y van “experimentando” a ciegas, sin siquiera sospechar las amenazas del medio digital.
Es aquí cuando medios como Todos NFT asumen la misión de educar sobre los tokens non fungibles (NFT) y tecnologías enlazadas en la Web3[3]. Si bien, nadie nos pidió tomar este desafío, hace un año entendimos de que existen muchas personas que si lo requieren con urgencia, para facilitar la participación de más personas en estos mercados y mejorar la gestión que tengan de los recursos de los cuales disponen, que por cierto en la actualidad son escasos para la gran mayoría.
Hemos sabido casos dramáticos, donde los estafadores desaparecían de un día para oto, llevándose millones de dólares en sus cuentas fantasmas, dejando a muchas personas en miseria y depresión.
Muchas personas que buscan alternativas laborales, debido a quedar desempleadas, necesitan reorientar sus talentos en diversas áreas de la industria digital, para aprender nuevos oficios con los cuales ganarse la vida. Es algo que la famosa cuarta revolución industrial no previó de modo muy inteligente, para canalizar una forma más humana el traspaso laboral de millones de personas que no están encontrando oportunidades en el mundo real y se hacen dependientes de un bono de ayuda universal otorgado por los burócratas de estados que tampoco están asumiendo el rol de liderazgo en la conducción de las naciones, perjudicando a los ciudadanos. Si los Estados y corporaciones iban a proceder de esta manera, debieron haber preparado, al menos, a una generación de personas, asegurando que dicha transformación cultural haya sido más eficiente para las sociedades.