La cita del NFT.NYC2024 fue inolvidable. Por sobre las cuestiones de mercado, se pudo levantar un espíritu de creatividad, alegría y esperanza.
Si bien las corporaciones tienen la capacidad de levantar o hundir a los mercados, de acuerdo a su propia conveniencia, son las personas quienes dan vida, color, sabor, olor, forma y sentido a la creatividad de las sociedades. Y esto que parece tan obvio, hay que remarcarlo, dado los debates acerca de la distorsión de las aplicaciones de AI que ya están circulando en los smartphones y tablets del público. Esto, que puede ser considerado una amenaza, en el largo plazo va a constituir una fortaleza motivadora para aquellos creadores que mejor se adapten y aprovechen las oportunidades que se presenten. Muchos de ellos asistieron al NFT.NYC2024; pero otros tantos continúan operando en sus “talleres”, ampliando hasta el infinito la gama de posibilidades que el arte, la técnica y la imaginación pueden brindar a los usuarios de la Web3.
Es cierto que la incertidumbre es grande. Sabemos que aún tienen que ocurrir muchos hechos programados hacia el futuro mundial. Sin embargo, a fin de cuentas, será la inteligencia natural de las personas la que hará prevalecer, gracias a los pequeños detalles, la magnificencia de la creatividad, la innovación y la genialidad individuales.El NFT.NYC2024 dio cuenta de esto.
Las aplicaciones de tablets y smartphones son solo un medio para la creación, pero no constituyen un arte por sí mismos. Ese espíritu creativo queda para las personas y no para las máquinas.
Los mercados sufren cambios bruscos en el transcurso del tiempo. Pero las personas siguen siendo seres humanos, con virtudes y defectos, pero nadie puede cambiar eso.
Seguiremos viendo el avance de la “tokenización”[22] de los activos, para bien y para mal. Pero aún hay esperanza para que los actores de los mercados vinculados a la web3 puedan aprovechar las oportunidades que se asoman hacia el futuro. El evento NFT.NYC2024 ayuda en esta labor.
La paciencia es una virtud.