Blockchain en el Arte

Algunas personas dicen que la tecnología es una forma de arte. Con el reciente auge del mercado de los NFT´s, esto parece ser más un hecho que una ficción en la actualidad. Desde gatitos digitales y cromos de memes que alcanzan precios de más de USD 100,000 hasta obras de arte potenciadas por inteligencia artificial (IA), así la tecnología blockchain ha entrado oficialmente en el mundo del arte.

Sin embargo, el arte en la cadena de bloques consiste en algo más que lanzar una obra de arte al marketplace. Hay algunas cosas que debe saber sobre este mercado emergente y cómo está cambiando el arte para mejor, haciéndolo más cercano y competitivo, con mayor oferta y oportunidades.

Hay algunos métodos diferentes que los artistas están utilizando para incorporar blockchain en su trabajo. Algunos artistas están creando piezas en las que la cadena de bloques es el tema, mientras que otros utilizan la tecnología en sus creaciones.

Actualmente, la forma más popular de arte de blockchain, los coleccionables como CryptoKitties[2] y las tarjetas comerciales Rare Pepe[3] han obtenido seguidores de culto. Estas obras de arte digitales se crean, almacenan y comercializan directamente en plataformas blockchain como Ethereum y Counterparty.

Al igual que Beanie Babies[4], la rareza de cada coleccionable es lo que determina su valor y precio. Puede adquirir fácilmente arte coleccionable de blockchain por tan solo USD 5.00; pero algunas piezas tienen etiquetas de precios de más de USD 100,000.

Más allá de los coleccionables, los artistas están encontrando otras formas de utilizar la tecnología blockchain para sus obras de arte. Un ejemplo de esto es el experimento del escarabajo. El experimento Scarab[5] combina inteligencia artificial (IA) con membresías tokenizadas para crear una obra de arte a partir de las 1000 presentaciones combinadas de los miembros de la comunidad. Una vez que envías tu arte, recibes un token de Scarab intercambiable que te da derecho a votar sobre qué obras de arte incluye el proyecto.

Plantoid[6] es una “forma de vida” autorreplicante también impulsada por IA y blockchain, específicamente Bitcoin y Ethereum. Es una planta robótica con una estructura de ADN en la red Ethereum que interactúa con las personas que le donan. Una vez que recibe suficientes donaciones de Bitcoin, Plantoid entra en la “fase de reproducción” en la que hace un llamado a los artistas y diseñadores para que creen otro Plantoid. La persona que obtenga la oferta debe crear otro plantoide siguiendo las mismas reglas de ADN que el plantoide anterior. A cambio, el creador recibe las donaciones de Bitcoin de la planta original a través de un contrato inteligente.

Aunque no está construido con blockchain, existen numerosas obras de arte que utilizan la tecnología como inspiración. Recientemente, se erigió en Kranj, Eslovenia, el primer monumento de Bitcoin encargado públicamente. Los ciudadanos de la ciudad enviaron ideas para el monumento a través de Facebook y los funcionarios eligieron Bitcoin debido a los vínculos de la región con la industria.

Blockchain también ha influido en el arte del grafiti de Bitcoin, las interpretaciones de Satoshi Nakamoto e incluso la última cena (Bitcoin).

Quizás más importante que crear arte es poder verificar que el arte que compras es auténtico. El Instituto de Expertos en Bellas Artes (FAEI) en Ginebra declaró en 2014 que más del 50% de las obras de arte que examinan están falsificadas o mal atribuidas a los artistas incorrectos. Con piezas en el mercado de las bellas artes que se venden por decenas o incluso cientos de miles de dólares, es importante que compre lo que cree que está comprando.

De manera similar al uso de blockchain en la agricultura y la cadena de suministro, puede usar el poder de la inmutabilidad pública para mantener la integridad del arte. Para ello, algunos proyectos están trabajando para tokenizar la procedencia del arte. La procedencia del arte de la cadena de bloques es un método para demostrar la propiedad de las creaciones originales a través de la cadena de bloques. Funciona así:

Un artista crea una nueva pieza y la certifica con un token en una cadena de bloques.
Cuando compras la obra de arte del artista, te transfieren el token asociado.
Cuando vendes la pieza, transfieres el token al comprador.
Y así sucesivamente y así sucesivamente.

Las transacciones de tokens se almacenan públicamente, por lo que tú, como comprador, puedes rastrear fácilmente todo el historial de propiedad hasta el artista. Si el token no se origina en la billetera del artista, la obra de arte es falsa.

Puedes utilizar este proceso para obras de arte físicas y obras digitales. Debido a que las obras digitales son fácilmente reproducibles, asociarlas con tokens conserva su rareza, exclusividad, que, a su vez, conserva su valor.

Al igual que con la mayoría de las industrias, el mercado del arte blockchain es el mejor para quitar a los intermediarios. Las galerías de arte descentralizadas están apareciendo a diestra y siniestra, dando la mayor parte (si no la totalidad) de las ganancias de las ventas a los artistas.

Curio Cards[7] son GIF e imágenes vinculadas a Ethereum en las que los artistas reciben el 100% de sus ventas. Debido a que las tarjetas están en la cadena de bloques, tú, como artista, puedes elegir exactamente cuántas quieres vender. No hay necesidad de preocuparse por la copia, la falsificación o las tarifas masivas. Esto abre un nuevo mundo de monetización para los artistas digitales.

Incluso con obras de arte físicas, las galerías usan blockchain. Mecenas[8] es una plataforma descentralizada que democratiza las bellas artes. Si desea involucrarse en la inversión en arte pero no tiene los fondos para comprar una pieza de varios miles de dólares, esta plataforma es para usted. En Mecenas, puede invertir en una parte de la obra de arte utilizando los tokens ART de la plataforma. Además, para financiar nuevas piezas, las galerías pueden ofrecer sus obras de arte a los usuarios de Mecenas a una fracción del costo de lo que les costaría un subastador o un préstamo.

Ya sea que sea un coleccionista, un creador o simplemente un observador casual, la revolución de la cadena de bloques en el arte probablemente te puede influir de alguna manera. Incluso en esta industria joven, todavía hay muchas maneras de involucrarse y estirar sus músculos creativos hacia distintas expresiones.

La incorporación de hardware y software, conectados a la cadena de bloques, puede expandir las posibilidades del arte de manera insospechada. Más aún, si alguien no tiene alguna aptitud manifiesta para crear arte, la tecnología puede potenciar la imaginación de las personas y hacer posible que pueda aplicar sus percepciones para lograr obra artísticas de profundo valor para la sociedad. No es una amenaza para los artistas por naturaleza, al contrario, es un reforzamiento que se suma a las capacidades de cada individuo. La blockchain facilita el camino del arte hacia nuevas fronteras.